Colegio Santo Domingo de Oviedo
Hacia el año 1895 los Dominicos pusieron en Oviedo su único colegio de segunda enseñanza, con el fin de expansionar su campo de apostolado, cultural y religioso. Con Fr. J. Gafo como rector, el colegio llega a su máximo esplendor.
En 1922, siendo Obispo de Oviedo D. Juan Bautista, pasa a convertirse también en Seminario de la Diócesis hasta el año 1934, fecha en la cual las revueltas populares de Asturias, provocadas por los mineros procedentes de Mieres y Langreo queman el Convento.
Transcurridos los años de la Guerra Civil Española y recuperada la paz, el Provincial Fr. José Cuervo López y el Superior de Oviedo Fr. Emilio G. Alfonso, deseando levantar un nuevo colegio sobre las ruinas del antiguo convento destruido, solicitaron de la Sga. Congregación autorización para realizar un nuevo contrato sobre la propiedad y ruinas, lo cual fue concedido en Roma el 22 de marzo de 1946. Ese mismo año Fr. Emilio dio comienzo a las obras, acoplando el edificio a las ruinas del claustro antiguo. El arquitecto que dirigió la obra fue D. Ignacio Álvarez Castelao. Terminadas las obras de reconstrucción, se abrió el nuevo Colegio al público y empezó la enseñanza en el curso 1948-1949 con la Primaria y los cuatro primeros cursos de Bachiller. Durante los años 1951-69, la labor educativa se compartió con las Misioneras Dominicas del Rosario.
En el año 1976 siendo Prior Fr. Pedro López, viendo que los colegiales aumentaban todos los años se determinó la ampliación del Colegio con la aprobación del Provincial Fr. Segismundo Tascón. El nuevo pabellón, con un salón de actos y cine con capacidad para 1,080 alumnos, 15 aulas con capacidad para 50 alumnos, la nueva, salas de visitas más las oficinas de administración, dirección, secretaría y sala de profesores servirían para seguir atendiendo las necesidades educativas que exigían los nuevos tiempos. El arquitecto fue Fr. Coello de Portugal.
Durante el curso 2007-2008, el colegio se incorpora a la Fundación Educativa Santo Domingo.
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