El trabajo y misión principal de frailes y comunidades se distribuye fundamentalmente en distintas actividades apostólicas: actividad misionera y procesos de promoción humana y evangelización; asistencia social e instituciones de solidaridad; docencia en centros universitarios propios y ajenos (civiles y eclesiásticos) e investigación y publicaciones; gestión, enseñanza y animación pastoral en colegios propios y ajenos; pastoral cultual y sacramental en Santuarios e Iglesias de predicación; pastoral parroquial.

También desarrollamos una serie de apostolados especializados (medios de comunicación social e internet, jóvenes, centros propios y diocesanos de la familia, grupos de oración y contemplación, etc.); movimientos eclesiales y comunidades de base; capellanías y atención espiritual y formativa a sacerdotes, religiosos, religiosas y agentes de pastoral.

Un número significativo de frailes asume trabajos internos a la vida y dinamismo de la Orden, de la Provincia y de las instituciones de Familia Dominicana (servicios provinciales, formación, bibliotecas, administración económica, etc.).

 

La nueva Provincia de Hispania busca “potenciar” su “rostro misionero” y tiene como prioridades apostólicas el estudio; la promoción de la justicia, la paz y el cuidado de la creación; la educación en la fe y la comunicación y el diálogo. Las prioridades apostólicas señaladas por las Actas del capítulo para revitalizar la predicación de los dominicos en la nueva Provincia son:

• La misión intelectual, sobre todo el quehacer teológico, filosóficamente bien fundamentado, en diálogo con las ciencias y con la experiencia pastoral.
• La misión educativa, especialmente entre los más jóvenes, y la formación de adultos, que promueva la madurez humana, cristiana y dominicana.
• La promoción de los derechos humanos, la justicia, la paz y la integridad de la creación.
• El diálogo y el encuentro en los medios de comunicación y a través de lo cultural-artístico.

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