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Aceptación del oficio de Prior Provincial, transparencia, códigos de conducta y más trabajo de las comisiones

3 de julio de 2021
Crónica del sábado 3 de julio de 2021

 

Este día de Santo Tomás apóstol lo comenzamos, como siempre, con el rezo de laudes y la eucaristía, que presidió Fr. José Hernando y le acompañaron en el altar Fr. Miguel Ángel Gullón y Fr. Celio de Páuda Garcia, todos ellos de nuestro vicariato Pedro de Córdoba, de República Dominicana y Cuba.

Fr. José, en su homilía, resaltó tres ideas. Primera, la vida de todos es un proceso.  Lo fue en Santo Tomás que, en un primer momento, parece que fue de más a menos cuando empezó bien en su primer encuentro con Jesús y después pidió ver las heridas de Jesús y meter la mano en su costado. Aunque finalmente fue siempre a más en el seguimiento confesando: “Señor mío y Dios mío”.

La segunda, Santo Tomás, viviendo la ausencia del resucitado, se aleja de la comunidad, pero sintió la necesidad de la comunidad y vuelve a ella. En todo tiempo, para cualquier cristiano, la comunidad es clave para encontrarnos y volvernos a encontrar con Cristo resucitado.

La tercera, Santo Tomás no puede creer si no toca a Jesús, pero podemos interpretarlo como un deseo de autentificación, para no confundir al verdadero resucitado con fantasmas. Tenemos que encontrar a Cristo vivo no en nuestros fantasmas sino en las llagas de los hermanos, principalmente de los pobres. ¿Dónde encontramos hoy a Jesús? ¿Dónde están las heridas hoy del resucitado?

Al acabar la homilía, Fr. Juan José de León Lastra leyó en latín la carta de aceptación de nuestro maestro de la Orden, Fr. Gerard Timoner III, de la elección de Fr. Jesús Díaz Sariego como provincial de nuestra Provincia de Hispania, pidiendo a los demás frailes que le aceptáramos como tal. Fr. Jesús confesó la fe de la Iglesia, proclamando el Credo y firmó la aceptación del servicio de provincial, firmando como testigos el mayor del capítulo, Fr. Jesús Espeja; el menor, Fr. Ángel Fariña, y el secretario Fr.  Xabier Gómez. El aplauso fraterno fue unánime y prolongado.

 

El capítulo siguió su ritmo con la asamblea de todos los capitulares. El Provincial nos presentó el documento de “Reflexión y diálogo sobre transparencia y otros códigos de conducta exigidos por el Estado, la Iglesia, la Orden”. Hizo una presentación amplia de este tema. Quizás la idea principal es que nuestra sociedad ha cambiado, teniendo ella más fuerza cultural y ambiental y menos fuerza la iglesia. Y nuestras relaciones como religiosos, como Iglesia, han de ser distintas con este nuevo mundo. Una de las actitudes que se nos exige es la transparencia. Fr. Jesús relacionó esta nueva postura con nuestros tres clásicos votos. Hemos de obedecer a nuestra sociedad, en el sentido de escuchar lo que dice, y escuchar sus leyes, que también a nosotros como a los demás nos afectan y obligan. Hemos de vivir también con verdad nuestros votos de castidad y de pobreza, para que podamos recuperar la credibilidad que en parte hemos perdido por nuestras faltas principalmente por los abusos y hemos de dar testimonio de nuestra pobreza, entre otras cosas, dando cuenta de lo que hacemos con nuestro dinero y con lo que recibimos de otras entidades. Muy importante en todo esto, sobre todo en lo de los abusos, tener un adecuado protocolo que marque bien los pasos que hemos de dar, protocolo que siempre hay que actualizar con las nuevas leyes civiles que vayan saliendo. 

El Capítulo ha decidido tener seis comisiones.

  1. Vocaciones, formación (institucional y permanente), estudios y diálogo con lo
    cultural y artístico.
  2. Reestructuración de presencias.
  3. Economía y solidaridad.
  4. Predicación y comunicación.
  5. Escuelas de teología.
  6. Justicia, paz y cuidado de la creación.

Los frailes se han distribuido por estas comisiones. Y a partir de las  12 de la mañana y también durante toda la tarde han trabajo en ellas.

 A las 20.30 hemos tenido las Vísperas presididas por Fr. Martín Gelabert, que comentó cuatro ideas. 1. Nos identificamos con Santo Tomás por sus dudas y sus búsquedas. 2. Santo Tomás es el único apóstol que confiesa a Jesús resucitado como Dios. 3. Gracias a Santo Tomás el evangelio se cierra con la misma bienaventuranza con la que comienza: Bienaventurados los que creen. 4. La oración fraterna se fundamenta en la esperanza de la vida eterna.

Los actos comunitarios terminaron con la cena.

Fr. Manuel Santos, O.P.