El obispo dominico Xabier Gómez dialoga con Rosalía sobre Dios
13 de noviembre de 2025
El fenómeno Rosalía ha dado un giro inesperado hacia lo espiritual. Su cuarto álbum, LUX, es una obra de 18 temas grabada con la Orquesta Sinfónica de Londres que explora la mística femenina, la transformación y la fe, hasta el punto de que algunos medios lo describen como «una sinfonía para la misa del futuro». La portada, con la cantante vestida de blanco y velo, y canciones como Dios es un stalker o Mio Cristo Piange Diamanti han situado abiertamente a Dios en el centro del debate cultural.
En distintas entrevistas, la artista ha explicado que el disco nace de un deseo de acercarse más a Dios. Confiesa que siempre ha querido estar más cerca de Él y que vive una búsqueda en la que, aun sin “encontrarlo del todo”, reconoce que lo ha intentado. Al mismo tiempo habla de «un deseo dentro de mí que este mundo no puede satisfacer». Esa tensión entre búsqueda y desconcierto atraviesa todo el álbum y ha abierto una conversación inédita entre fe y cultura popular.
En este contexto aparece la figura de mons. Xabier Gómez García, O.P., obispo de Sant Feliu de Llobregat desde 2024 y primer dominico en recibir una diócesis española en los últimos sesenta años. Antes de su nombramiento fue responsable del Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española y promotor de Justicia y Paz en Europa, siempre atento al diálogo entre fe, justicia social y culturas. Fiel a esa sensibilidad, ha querido situar LUX dentro de una reflexión pastoral, no como simple fenómeno mediático.
La carta a Rosalía nació, como explicó él mismo, de un breve texto que escribe cada semana en la hoja dominical de la diócesis. Tras seguir la trayectoria de la cantante y conocer el impacto de su nuevo disco, decidió dirigirse a ella recordando también que su abuela vive en una de las parroquias de la diócesis. En ese marco redactó un texto que comienza «como quien lanza al mar un mensaje dentro de una botella», reconociendo de entrada: «No consigo entenderte, pero me gustaría hacerlo».
En la carta, publicada en catalán, el obispo se hace eco de la «sed» que Rosalía expresa en sus letras, una sed que el mundo no puede satisfacer y que solo Dios puede llenar. Vincula esa búsqueda con la película Andrei Rublev de Tarkovski y percibe que Rosalía vive el arte «como una travesía espiritual, donde la creación es una forma de peregrinación hacia lo que trasciende». Al mismo tiempo le advierte, con delicadeza, de que sin “soltar amarras” es difícil llegar al puerto que anhela, y reconoce que sus letras le desconciertan pero le abren a un diálogo sobre la complejidad de la experiencia humana.
La repercusión ha sido inmediata. Medios generalistas y religiosos han recogido la carta, destacando frases como «me pregunto si, cuando todo calla, encuentras paz o solo más ruido». Portales de información religiosa han subrayado la originalidad de un obispo que, lejos de descalificar, se declara perplejo y a la vez dispuesto a escuchar. El diario británico The Times ha dedicado incluso un reportaje al fenómeno, con el llamativo titular «Bishop and PM worship at altar of ‘St Rosalía’».
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La propia Rosalía ha reconocido públicamente la carta. En el programa La revuelta, de RTVE, contó que fue su abuela quien le hizo llegar el texto del obispo, emocionada porque la habían mencionado en la hoja dominical. En esa misma entrevista apareció con un rosario al cuello, gesto que muchos han leído como una confirmación de la dimensión espiritual que recorre su nuevo trabajo. Desde entonces, redes sociales y tertulias han recogido debates sobre Dios, la oración, la Iglesia y el sentido de la vida, a partir de unas canciones que combinan flamenco, ópera, canto gregoriano y electrónica.
En su conversación con COPE, mons. Xabier subrayaba que su deseo no es «dar lecciones», sino poder sentarse algún día con Rosalía «para escuchar sus preguntas y compartir también las mías». Hablando de los jóvenes, les invitaba a ser inconformistas, a no quedarse «surfeando la realidad», sino a bucear en lo hondo del propio corazón. Su propuesta es acompañar esas búsquedas desde la gran tradición espiritual de la Iglesia, donde tantos hombres y mujeres han descubierto en Dios una experiencia de amor, consuelo y luz.
Mientras LUX rompe récords de escucha y acumula millones de reproducciones en las plataformas digitales, la carta del obispo de Sant Feliu ha demostrado que la predicación puede nacer también de una hoja dominical y de la escucha atenta a la cultura contemporánea. Quizá Rosalía y mons. Xabier no lleguen nunca a encontrarse cara a cara; pero el diálogo ya ha comenzado, en millones de jóvenes que se preguntan por Dios al ritmo de un disco pop, y en una Iglesia que quiere seguir saliendo al encuentro de esas preguntas con humildad y esperanza.
