Semblanza de fr. Francisco Ruiz Andrés
20 de junio de 2012Fray Francisco Ruiz Andrés nació el 15 de noviembre de 1929 en Loma-Somera, diócesis y entonces provincia de Santander, en cuya parroquia fue bautizado el día 17 del mismo mes. Fueron sus padres Agapito Ruiz Rodríguez y Victorina Andrés Santiago. Vivió en el seno de su numerosa familia, hasta que a los 24 años pidió ingresar como novicio para hermano de obediencia en el convento de San Esteban (Salamanca), tal vez movido por el ejemplo de su tío fray Agustín Ruiz y animado por su palabra. Allí hizo el año de noviciado y emitió su primera profesión el 16 de octubre de 1954. De sus hermanos, fray Fermín, es también dominico perteneciente a la Provincia de Aragón.
Tras una breve estancia en el convento de San Pablo de Palencia, en 1959 fue destinado al de La Virgen del Camino donde transcurriría una parte importante de su vida. Allí profesó solemnemente el día 16 de octubre de 1960. Fue hospedero del convento, y estuvo dedicado a los múltiples servicios auxiliares que demandaba una institución muy compleja. Al instaurarse la nueva ley de educación en 1970, colaboró además como auxiliar en la formación del colegio, iniciando a grupos de alumnos en el trabajo de la madera.
El año 1976 fue destinado a Madrid, al convento de Santo Domingo el Real, como auxiliar en el Taller Arte Sacro. En el convento cumplió otras numerosas tareas: portero, mantenimiento del edificio, responsable del comedor, ayudante de sacristía en las MM. Dominicas... Problemas graves de salud, y la necesidad de una atención personal aconsejaron trasladarlo a la enfermería provincial de Villava, donde falleció el 7 de junio de 2012.
En esta iglesia conventual de Santo Domingo el real, donde vivió los últimos 30 años de su vida le despedimos y damos gracias por él. Fray Francisco nos deja como pasó toda su vida: en la discreción del trabajo, de la oración, del servicio a la comunidad. Amaba la paz, y el ritmo sereno. Su bienaventuranza la proclamó en Señor en un momento solemne: “Gracias, Padre, porque has ocultado estas cosas a los sabios y poderosos, y se las has revelado a los sencillos”.