Formar para transformar. Una apuesta dominicana en Rebola
22 de julio de 2025
“Si quieres recoger durante un año, siembra trigo; si quieres recoger durante diez años, siembra árboles; pero si quieres recoger para toda la vida, siembra personas”. Este antiguo proverbio encierra la sabiduría que guía silenciosamente la labor formativa de los frailes dominicos en Guinea Ecuatorial. Porque educar como bien entendieron desde el inicio es una siembra de largo aliento, una inversión no en cosas, sino en personas.
Cuando llegaron a estas tierras en 2009, lo hicieron respondiendo a la llamada del arzobispo emérito Mons. Ildefonso Obama Obono, quien les confió una tarea esencial: “Formar a su feligresía e implicarse en la formación integral de la gente”. Lejos de considerarla una carga, los dominicos abrazaron esta misión con alegría, porque forma parte de su ADN: somos predicadores, sí, pero de una predicación que educa, que humaniza y que conduce a la fe. Por eso, desde hace dieciséis años, no hemos escatimado esfuerzos en promover una formación cristiana y humana para el pueblo guineano.
Seminario-taller para docentes
En esa misma línea, del 14 al 19 de julio, se celebró en la villa de Rebola un seminario-taller para docentes, que congregó a 100 participantes, con sesiones de 09:00 a 13:00 h. A través de sus miradas, gestos y participación, era evidente la sed de formación, el deseo de crecer y ofrecer lo mejor en sus respectivos centros educativos.
Este encuentro fue dirigido por Lourdes Álvarez Casaño y Fermín Ibáñez García, ambos de nacionalidad española y voluntarios de los Misioneros Dominicos – Selvas Amazónicas, quienes durante cinco días compartieron su experiencia, conocimientos pedagógicos y entusiasmo. Los temas tratados fueron interesantes para los participantes: la importancia del trabajo del profesor, la elaboración de una programación didáctica, la dimensión cualitativa de la evaluación y la necesidad del trabajo en equipo. Todos ellos fueron muy bien valorados por los asistentes, quienes no solo escucharon, sino que también participaron activamente.

Las jornadas estaban cuidadosamente estructuradas. A las 10:30 h se hacía una pausa que permitía a los participantes descansar y compartir unos bocadillos preparados con esmero por el equipo de organización. Pero más allá de la logística, lo que verdaderamente caracterizó el ambiente fue la fraternidad: hubo diálogo, escucha, complicidad y compañerismo. Se trató de un verdadero espacio de comunidad educativa.
El viernes 19, último día del seminario, comenzó con la entrega de certificados y contó con la distinguida presencia de Fray Roberto Okon Pocó, O.P., superior de los dominicos en Guinea Ecuatorial y representante de Selvas Amazónicas, junto con la directora del Colegio San José de Rebola, Maricarmen Maho, lugar donde finalmente se desarrollaron las sesiones, ya que, aunque todo estaba previsto en la sala de informática de Rebola, por cuestiones de espacio tuvimos que trasladarnos a dicho colegio.
Hubo diálogo, escucha, complicidad y compañerismo. Se trató de un verdadero espacio de comunidad educativa
Muy querido y conocido por los participantes y profundo conocedor del sistema educativo nacional, Fray Roberto ofreció unas palabras inspiradoras. Animó a los docentes a renovarse continuamente en sus herramientas pedagógicas, a formarse primero ellos para poder formar a otros eficazmente. “En vuestras manos les dijo: está el porvenir de los recursos humanos de este país”.
Además, les dejó una idea que quedó grabada: “Quien se forma, nunca pierde. Gana en humanidad. Dejemos de preguntarnos qué hace el país por nosotros y empecemos a preguntarnos qué podemos aportar nosotros al país”. Para reforzar este mensaje, compartió una anécdota de Nelson Mandela. Cuando estaba preso, un día el guardián de la prisión pregunto a Nelson Mandela, por qué leía tanto si nada iba a poder cambiar. Y él respondió: “No leo para cambiar nada, leo para que cuando cambie la situación, yo esté preparado”. Así también, los docentes están llamados a prepararse hoy, para que, cuando llegue el momento del cambio, puedan estar a la altura de su vocación.
Tras la entrega de certificados se hizo la tradicional foto de familia, signo de unidad y compromiso y recuerdo para todos. Luego se retomaron brevemente las sesiones, y a las 13:00h se cerró esta primera etapa con un compartir fraterno en el que los mismos participantes expresaron su sincero agradecimiento a los frailes dominicos y a los voluntarios de Selvas Amazónicas por su cercanía, su entrega y los valiosos conocimientos compartidos.
Segunda etapa
Decimos primera etapa, porque a petición de los mismos participantes, del 28 al 31 de julio se celebrará una segunda parte del taller, pensada como continuidad y destinada únicamente a quienes completaron esta primera fase. Servirá para detallar algunas cuestiones específicas.

Este esfuerzo no es un hecho aislado. Es parte de una nueva apuesta de los frailes dominicos en Malabo: contribuir a la formación de los docentes como camino para edificar un país más justo, humano y esperanzador. El próximo año, esta propuesta formativa se abrirá también a otros centros y localidades de Malabo.
Porque, como bien saben los dominicos, predicar no es solo hablar: es sembrar personas y crear un capital humano formado para transformar nuestras sociedades.
Fray Esteban Nko Sipi, O.P.