«Esperanza, ¿por dónde andas?» Con esta pregunta comenzó la 31ª Asamblea General de la CONFER, que se celebra en Madrid del 27 al 29 de mayo. Un lema que, lejos de ser retórico, expresa la inquietud y el deseo profundo de renovación que atraviesa hoy a la vida religiosa en España.

En la ceremonia de apertura, fray Jesús Díaz Sariego OP, presidente de la CONFER y prior provincial de los dominicos de la Provincia de Hispania, dirigió unas palabras que marcaron el tono del encuentro. Invitó a todos los superiores y superioras mayores a no esperar respuestas externas ni soluciones teóricas, sino a atreverse a poner palabra a lo que se vive, se sufre y se espera.

«Necesitamos, nuevamente, hacernos preguntas y buscar juntos las respuestas», afirmó fray Jesús. «No tanto de forma teórica o esperando que nos vengan de afuera, sino procurando que las intuiciones y orientaciones broten desde nuestra propia experiencia, desde las incertidumbres y vulnerabilidades que nos acompañan».

Su discurso subrayó el valor de la escucha al Resucitado que camina con nosotros y la necesidad de acoger con valentía los nuevos desafíos de la vida consagrada. «La CONFER ha de seguir evolucionando», insistió, «para servir mejor a la vida religiosa en sus transformaciones, trabajando en comunión y de manera transversal».

Citando al papa Francisco, recordó que «nadie se salva solo», y animó a pensar nuevas dinámicas de funcionamiento, a leer los signos de los tiempos y a renovar la esperanza desde la confianza en el Señor. «Estamos viviendo, como vida religiosa, otro momento histórico que debemos afrontar con serenidad y confianza», concluyó.

Junto a él intervino Lourdes Perramón OSR, vicepresidenta de la CONFER, quien ofreció una meditación inspirada en el relato evangélico de los discípulos de Emaús. Invitó a los participantes a reconocerse como caminantes que, entre preguntas, derrotas y búsquedas, pueden encontrar de nuevo al Resucitado y renacer a la esperanza.

«Agudicemos nuestros sentidos, permanezcamos a la escucha… que podamos rastrear la esperanza y percibir su aroma en estos días», deseó fray Jesús al término de su intervención.