Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener información y realizar análisis estadísticos sobre el uso de nuestro sitio web. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información en la página sobre las cookies.

Entendido

Noticias

Crónicas desde la Habana

21 de septiembre de 2015

El fraile dominico español fr. José R. Reyes González, párroco de San Juan de Letrán de la Habana, y miembro de la Vicaría Provincial que los dominicos de Bética tienen en Cuba, nos cuenta cómo se está viviendo la visita del Papa Francisco a la isla:

"Quien no vive para servir, no sirve para vivir"

Misa del Papa en la Plaza de la Revolución

La Plaza de la Revolución de La Habana fue de nuevo el escenario en el que la Iglesia Cubana se congregó alrededor de Jesús muerto y Resucitado. El Papa entró en la Plaza a las 8:15 am entre aplausos, alegría, vida, fiesta... tras largas horas de espera. El cansancio de una noche en pié no pudo con la fuerza de la fe del pueblo cubano.

El pueblo creyente cubano que recibió al Pastor Universal con alegría y fiesta, pero sobre todo con un silencio orante y atento a sus palabras. Muchos temas eran posibles de predicar sobre el Evangelio de este domingo; pero el Papa se centró solamente en uno: el servicio. Expresó la misma idea de 5 formas distintas. Quizás la última frase resuma perfectamente todo lo que el Santo Padre quería decir: "Quien no vive para servir, no sirve para vivir".

De nuevo jugó con la sencillez del lenguaje para cincelar en los corazones creyentes la Palabra de Jesús. Una palabra que es "oferta para la vida cotidiana". El servicio no es una empresa utópica, una hazaña martiniana, sino una oferta de vida cotidiana: en el autobús con las embarazadas y las personas mayores, en la cola de la caja, en la escuela, en el trabajo...

Servir es también cuidar la fragilidad y especialmente de los rostros desfigurados de este mundo. Cuidar la fragilidad humana es participar de la obra redentora de Dios que se realiza amando. De esta manera, los creyentes nos convertimos en testigos de la "fuerza imparable" de la Resurrección, que provoca por todas partes gérmenes del hombre nuevo. Jesús es el modelo de la nueva humanidad, del hombre nuevo.

La participación con nuestra vida en la vida de Jesús es la que genera la nueva humanidad. El servicio hecho carne en actitudes, hechos cotidianos... es el generador de hombres nuevos. Y por eso nunca el servicio es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a las personas.

En definitiva, el misterio de la vida se encuentra en esto: "Quien no vive para servir, no sirve para vivir"

Fr. José R. Reyes González O.P.

Nuestra pobreza es nuestra riqueza

Encuentro del Papa con los religiosos, religiosas, sacerdotes y seminaristas en la Catedral

A las 4:30 pm estaba prevista la llegada del Papa a la Catedral de La Habana para celebrar las vísperas con la Vida Religiosa, los sacerdotes y seminaristas; la espera fue como siempre larga pero mereció la pena. El mayor tesoro que tiene la Iglesia cubana es la Vida Religiosa.

Completamente "anonadada", inclinada, arrodillada ante Dios y ante el prójimo. Por eso, el Papa sacó fuerzas de su cansancio, incluso palpable en el rostro, para regalarle a la Vida Religiosa un comentario a la Palabra de Dios espontáneo, natural, que nacía del corazón de un Papa Religioso.

El Papa "se anonadó" con palabras del Cardenal de La Habana y con el testimonio de vida de una Hija de la Caridad del Centro de cuidados la "Edad de Oro." Estos dos hechos provocaron que una vez más pusiera a un lado los papeles para hablar a la Vida Religiosa. Y esto provocó un encuentro inolvidable para la Vida Religiosa.

En Cuba no es fácil tener los medios para poder volver a ver el video del Papa en la Catedral de la Habana y poder volver gustar las palabras del Papa; sólo tenemos un instrumento: aquello que ha quedado grabado en la memoria del corazón.

Se centró en dos puntos clásicos ya de este pontificado: la pobreza y la misericordia hacia los más pobres. El discurso de la pobreza fue hilado con el verbo "anonadarse" del himno de Filipenses. Anonadarse significa vaciarse. Y por eso, la pobreza es la gran riqueza de la Iglesia porque vacía a la Iglesia de lo superfluo.

Por eso, la gran riqueza de la Iglesia cubana es su pobreza. La pobreza, además, implica en consecuencia la misericordia con los más pequeños, que fue el segundo punto que tocó el Papa. Las babas que se reciben de los ancianos, las bofetadas de los niños, los gritos de los ancianos, el cansancio de la misión... son las caricias llenas de ternura con las que Dios nos abraza.

Finalmente, una frase salía de los labios de los religiosos habaneros: "que fuerza me ha dado el Papa". En definitiva, la Vida Religiosa recarga las baterías en torno al sucesor de Pedro para seguir siendo profecía y memoria del Evangelio.

Fr. José R. Reyes González O.P.

Fuente: Religión Digital

=======